Encargamos a todos los niños frutos típicos del otoño. Vimos las características de cada uno de ellos, explorando a través de los sentidos. Celebramos una fiesta en el patio y, aunque el tiempo no nos acompañó demasiado, sí aprovechamos un pequeño claro en el que todos se fueron acercando para probar algunos frutos. ¡Nos lo pasamos genial!
Hicimos los típicos casamientos , iban y venían durante el juego para picar, aunque alguno que otro no quería separarse de las mesas para comer.
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